martes, 2 de noviembre de 2010

El Circo, cumple un año

No recordamos la fecha exacta en que todo empezó a funcionar, pero lo que tenemos muy claro es que fueron días de intenso trabajo, en donde las fechas eran las cosas que menos nos ocupaban, aunque trabajabamos con el tiempo encima, porque la renta del espacio corría y necesitábamos empezar a recuperar la inversión metida en el proyecto y seguir con el siguiente paso y el siguiente y el siguiente, porque cada vez salían más retos que resolver.



 "El Circo" fué el nombre que sin planearlo quedó como el título oficial de esta gran hazaña. Logramos juntar a un par de personas que creyeron en la idea, y sin mayores retribuciones monetarias, solo con la promesa de que "esto iba a funcionar" y que en un futuro habría ganacias y beneficios para todos, comenzamos a limpiar un espacio lleno de tierra, de yerba y sin un techo físico. El dinero siempre fué nuestro mayor problema, como todo proyecto que se vuelve "independiente" en un país en donde el rubro artístico nunca es valorado. Sin duda hubo intentos de buscar ser auspiciados por alguna dependencia cultural, gubernamental y política, sin embargo en algunos casos, como es sabido "vamos saliendo de administración, ya no tenemos presupuesto..." o "vamos entrando a la administración, aun no destinamos el presupuesto" y en otros " está excelente su propuesta, nosotros les avisamos" y nunca nos avisaron. Finalmente, llegamos a la conclusión de que preferimos hacerlo a nuestro modo, sin duda con mayores retos que afrontar, pero con la libertad de hacerlo a nuestra forma. Muy en el fondo, tal vez deseábamos no obtener ayuda de nadie, con el orgullo sí, de decir "esto es sólo mío", aunque no hubiera estado de más aminorar los costos tan elevados que implica levantar un proyecto tan pequeño y tan extenso a la vez. No cabe duda que quien levanta grandes teatros y espacios culturales es una persona con mucho dinero y con un gran apoyo detrás.



Nosotros erigimos un pequeño teatrito-circo, que nos costó hasta los calcetines, pero lo logramos,  y ahora, en este mes de noviembre, según nuestros recuerdos, comenzamos a dar nuestra primera función, en donde aún carecíamos de gradas y de un escenario formal. Rentábamos cada fín de semana sillas, con el temor de que el dinero obtenido de las funciones sólo sirviera para pagar la renta, y así fué un par de ocasiones.

Pero vayamos un poco más atrás, cuando la friega dura fué aplanar un terreno de tierra, sacar yerbas, acarrear tierra y piedra, revolver mezcla, "el colado" del piso, que a cubetadas tuvimos que vaciar, porque la revolvedora  mecánica finalmente falló. Como nada es perfecto, nos topamos con problemas como la escacés de agua en el centro de la ciudad,  el acceso de las camionetas que nos surtían el material de construcción, porque por estar ubicado en el centro histórico, no es accesible la entrada de este tipo de vehículos, por la estrechés de las calles y porque seguramente, por ser un área denominada "Patrimonio Cultural de la Humanidad" corríamos el riesgo de ser cancelados,  aunque no estuviéramos modificando en sí la arquitectura de la casona. En esos días nos moríamos de hambre, porque sólo pensábamos en avanzar lo más rápido que pudiéramos, y porque no teníamos casi nada de dinero en los bolsillos.


La parte más conmovedora de la construcción, sin lugar a dudas resultó el levantamiento de la carpa, que fué la inversión más cara de todo el proyecto. Recordamos bien ese día, en que la dueña del inmueble, sacó unas sillas y nos las acomodó en un pasillo para ver como en una película, ese momento espectacular.










Ya se cumplió el año de todo esto y con alegría y algunos sentimientos encontrados, festejamos, sin fiestas, ni días especiales, más que con el trabajo que ahora ofrecemos a manera de espectáculo, con gran éxito los fines de semana. Seguimos creciendo y El Circo, ya tiene, además, una tienda con venta de souvenirs y juguetes de carácter circense como malabares, diábolos y una que otra curiosidad. También ya tenemos una cafetería, sin un nombre oficial, más que el de "la cafetería del circo".


Se dice que en esta vida nadie es indispensable, ni necesario, sin embargo caminamos siempre en ella en muchas ocasiones, gracias a la mano de un buen amigo, gracias al auxilio de un conocido o desconocido que se nos cruzó por el camino y nos brindó su apoyo. Gracias a aquellos que nos siguen incondicionalmente, porque nos aman y están dispuestos a "fletarse" todo lo que venga.


Para los que siguen aquí y para los que ya no están, pero estuvieron y en su momento dejaron huella en este lugar, va este ¡GRACIAS! salido del corazón. Y ¡Qué viva El Circo!



Agradecimientos:


Raúl Valerio "Rulo"
Iván Negrete "Greñas"
Víctor Guerra "Mafia"
José Ramírez "Bruja"
Fernando Malagón "Cirujano"
Julio Velázquez
José Luis Centeno "Guicho"
Osvaldo Delgado
Abraham Sánchez "Fanfa"
Iván Martínes (con "s")
Sofía Frese
Adrián Saracho "Celan"
Carlos Huerta
Mariana Negrete
Diana Careli Rodríguez
Felipe Fayad
Sergio Córdova "Chuck"
Elizabeth Balderas
Eduardo Fayad "Eddie"
Víctor Juárez
Brenda Lara
Claudia Delgadillo "Conejo"
Arturo Arias "Ruffo"